Érase una vez una niña muy curiosa que…
no se lo puso fácil a sus padres, su mente inquieta no la dejaba descansar ni siquiera cuando había que irse a dormir. Sí, era de esas. A día de hoy sigue contándole a su marido que «piensa mientras duerme» y él le tiene que creer, porque realmente le cuenta ideas y proyectos que surgen de madrugada cuando su cuerpo se relaja, pero su imaginación encuentra la tranquilidad necesaria para seguir creando. Si tuviera que llevar a la práctica todo lo que se le ocurre necesitaría que los días tuvieran 36 horas, pero ella está muy en contra de eso.
Lleva mucho tiempo trabajando en la idea de aprovechar bien el tiempo, de manera eficiente, productiva y organizada y, sobre todo, dejándose llevar por una premisa básica:
No se trata de hacer más, si no de hacerlo bien.
Y para ella bien es disfrutando del proceso.
Sabiendo que no será perfecto.
Sin obsesionarse.
Porque más allá del dinero, su tesoro más preciado es el tiempo. Es el bien que necesita para disfrutar, la palabra que mejor la describe.
Desayunar sin prisas, llevar a sus hijos al colegio, poder seguir formándose, pensar y creando, trabajar en lo que le gusta, organizarse el día como quiere, disfrutar de su tiempo libre, entrenar, practicar yoga, leer, hacer collages y cerámica, seguir escribiendo, quedar con sus amigas y parar cuando lo necesita.
Para ella el tiempo es libertad.

Hola, soy Luli Borroni
y como habrás podido imaginar, ella soy yo.
Aprendí a leer antes de llegar al cole. Mi madre me cuenta que estaba jugando al pictionary con unos amigos y cuando terminó su dibujo yo dije: gemelos.
Ella me miró entre consternada y enfadada por haberla hecho perder y me dijo: «¿cómo lo sabes?» El dibujo no eran dos niños idénticos, eran los gemelos de una camisa. Y tuve que confesar: «lo he leído en la tarjeta.»
Desde que tengo memoria me gusta leer y escribir, así como los idiomas.
Recuerdo ir en bicicleta por el barrio de mi prima cantando para mis adentros los temas de Supertramp que ponía mi padre en casa y en el coche.
Y no solo quería repetirlos fonéticamente, quería saber lo que significaba, lo que estaba diciendo en otro idioma.
Iba a clases particulares de inglés aunque en el colegio sacaba sobresaliente. ¡Sí, soy!
Para mí la escritura es refugio, es una vía de escape, es mi forma de sacar mi creatividad interior y comunicarme a través del juego de palabras. Por eso ahora también soy profesora de escritura creativa y novelista.
La escritura es refugio
Quiero que si te sientes como yo, encuentres aquí tu rincón, en el que la escritura es tu refugio.
Mi misión es hacerte ver que eres capaz de escribir si te lo propones. Entre mis contenidos encontrarás experiencia personal, consejos y herramientas para desbloquear tu creatividad y crear un hábito de escritura que se ajuste a tus necesidades para que escribas sin parar.
Tanto si escribes por afición, como si lo haces porque es parte de tu trabajo.
Algunos de mis ‘secretos’
Nací el 8 de marzo en Buenos Aires, Argentina, aunque me he criado en España.
Me encanta leer y escribir desde bien pequeña. Aprendí a leer en casa, con el periódico y la ayuda de mis padres, antes de ir al cole.
Una de mis pasiones es viajar. Conseguí un reto personal que era estar en los 5 continentes antes de los 30 años.
Me encantan las palmeras. Me transmiten mucha paz. Llevo un tatuaje de una palmera en el tobillo con mis dos hermanas.
Soy muy organizada, puntual y siempre cumplo con los objetivos que me propongo.
Cocinar, hacer collages y practicar Crossfit, son mis tres actividades de escape diario.
Aunque también hago acuarela y cerámica.
Millennial, no se me escapa nada del mundo digital, pero me encanta escribir en papel. De hecho, me encanta tachar las tareas de mi lista.
Soy creativa, productiva y siento una enorme pasión por adentrarme en nuevos proyectos. Un poco inconformista, también ;)
Y hasta aquí sobre mí.
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