Seguro que has dicho más de una vez: “Me encantaría escribir, pero no tengo tiempo”. Entre el trabajo, la familia y las obligaciones diarias, la idea de sentarte a escribir parece imposible. Crees que necesitas un día libre, un retiro de silencio o al menos un par de horas sin interrupciones y no acabas de conseguirlo. Te voy a decir una verdad, que sé que sabes, en realidad, pero que no estás viendo: escribir con constancia no se trata de encontrar tiempo, sino de crearlo.
No necesitas largas sesiones de escritura para hacer de esta práctica un hábito. Pequeños ajustes en tu rutina pueden marcar la diferencia y ayudarte a escribir sin que se convierta en una carga. Y en este artículo vamos a ver cómo puedes hacerlo, cómo integrar la escritura en tu día a día de forma natural y sin presión. Además, te contaré cómo un reto de escritura puede ser la mejor manera de empezar sin excusas.
El mito del “no tengo tiempo para escribir”
Uno de los mayores obstáculos para escribir con regularidad es la creencia de que se necesitan grandes bloques de tiempo. Pensamos que si no podemos escribir durante una hora completa, no vale la pena intentarlo. Sin embargo, la realidad es muy diferente. Lo más importante a la hora de escribir son las ganas, después, con sacar 10-15′ al día es suficiente para crear un hábito. Es mejor escribir poco pero con constancia que esperar el momento perfecto. En realidad, la clave está en encontrar pequeños espacios dentro de la rutina, no en cambiarla por completo.
Cómo encontrar tiempo para escribir sin cambiar tu rutina
Lo que me funciona a mí es hacerlo en “tiempos muertos”, por ejemplo, mientras voy en metro, antes de empezar a trabajar, mientras mi hijo está en la piscina, mientras espero a que empiece una reunión…Es decir, no espero a “tener tiempo”, hago tiempo con lo que ya tengo.
Cómo integrar la escritura en el día a día sin que sea una obligación
Muchas personas empiezan con entusiasmo, pero luego abandonan porque sienten que escribir es una tarea más en su lista de pendientes. Y cuando estamos hasta arriba, una cosa más, agobia. El problema no es la falta de tiempo, sino la mentalidad con la que abordas la escritura. En lugar de verla como una obligación, debes hacerla parte de tu día de una forma ligera y placentera. Ese momento de desconexión que te libera del estrés del día a día.
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Mis 3 trucos para escribir con menos esfuerzo y más disfrute
Lo convierto en un ritual. Pongo musiquita, me preparo un café y tengo una libreta y un boli preciosos que me motivan a escribir. Lo siento como un momento personal, un paso previo a meterme de lleno en mi rutina laboral (aunque en mi caso sigue siendo escribir, pero es otro tipo de escritura a la que me refiero, claro). Después, suelo aprovechar estos momentos para escribir sin expectativas. No pretendo que cada palabra sea perfecta. Escribo por el placer de escribir. El último truco es que voy cambiando de formato. A veces, en lugar de escribir en mi libreta, lo hago en las notas del móvil, o en otra libreta. Incluso, lo hago haciendo collages. Variar la técnica hace que sea un ejercicio creativo y apasionante.
El poder de los micro-hábitos para escribir con constancia
Los escritores más productivos no son los que escriben más tiempo, sino los que escriben con frecuencia. La productividad está de moda, pero no es una regla estricta. Siempre digo que cada uno debe conocer sus gustos, preferencias y limitaciones y a partir de ahí, planificar. El secreto está en los micro-hábitos. Pequeñas acciones repetidas generan más impacto que grandes esfuerzos ocasionales.
Cómo escribir cada día con solo 10 minutos
- Elige un momento fijo. No importa si es después del desayuno o antes de dormir, lo importante es la constancia. Al principio intenta que sea siempre el mismo momento, luego podrás variar, lo que estamos intentando es crear hábito, como lavarse los dientes.
- Usa un temporizador. Escribe sin parar durante 10 minutos, sin editar ni corregir. La escritura automática es mágica para desbloquear la creatividad.
- Une la escritura con otra actividad de tu día a día, por ejemplo, después del café o antes de revisar redes sociales.
Consejos para mantener la motivación y no abandonar el hábito
El problema con los hábitos es que la motivación fluctúa. Habrá días en los que escribir sea fácil, y otros en los que parecerá imposible. Así que lo primero que te recomiendo es que seas flexible. Si no puedes escribir 10 minutos, escribe 5. Lo importante es no romper la racha, ni abandonar durante demasiados días seguidos.
En segundo lugar, inspírate del entorno en el que escribes. Si tu casa te aburre, escribe en una cafetería, en el parque o en la biblioteca. Y lo último y más importante: celebra cada avance. En lugar de obsesionarte con la calidad, valora la constancia. Y si un día fallas, no pasa nada. Retoma el hábito al día siguiente sin castigarte. Estamos intentando que la escritura sea un momento de disfrute, así que, disfrútalo.
Cómo un reto de escritura puede ser la mejor manera de empezar
A veces lo más difícil de escribir es empezar. Un reto de escritura te da una estructura clara y un plan para escribir sin presión.
- Tienes un objetivo diario, lo que evita la procrastinación.
- No pierdes tiempo pensando qué escribir, ya que tienes ejercicios y guías.
- No estás sola, ya que puedes compartir avances y motivarte con una comunidad.
Un reto te ayuda a crear el hábito sin pensarlo demasiado, convirtiendo la escritura en una parte natural de tu rutina.
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La escritura es un hábito, no un lujo para quien “tiene tiempo”
Si llevas tiempo queriendo escribir pero crees que no tienes espacio en tu rutina, recuerda: el tiempo se hace, no se encuentra.
Si quieres escribir con constancia pero aún no encuentras la manera, prueba con un reto de escritura. Aquí suelo publicar retos para animarte a escribir. Puede ser el impulso que necesitas para dejar atrás las excusas y hacer de la escritura un hábito real.
Luli Borroni ✨
