No sé si te pasa lo mismo que a mi. Siempre estoy pensando temas para escribir y hago unos desarrollos brutales en mi cabeza. Cuando voy a escribirlo es como si un mago hiciera su mejor truco y desapareciera tras una bomba de humo.
No están.
Se esfumaron.
Tengo una idea que además de parecerme vaga, no sé por dónde plantear, incluso a veces pienso que no tiene sentido y la dejo.
Ese momento en el que te sientas frente a una hoja vacía y las palabras parecen haberse evaporado es más habitual de lo que piensas. Te pasa a ti, me pasa a mi y le pasa a Julia Navarro.
No tengo pruebas, pero tampoco dudas.
¿Qué es el miedo a la página en blanco?
El miedo a la página en blanco es una forma común de bloqueo del escritor. Es una sensación de parálisis que surge cuando no sabemos cómo empezar a plasmar en escrito nuestras ideas. Unas ideas que, por otro lado, parecían estar gestándose satisfactoriamente en nuestra mente pero que al ir a escribirlas, pierden fuerza.
Este fenómeno puede estar impulsado por varias causas: la presión de la perfección, el temor al fracaso, la autoexigencia excesiva o simplemente la falta de inspiración en ese momento.
Lo peor de este miedo es que es debilitante. Nos hace dudar de nuestras habilidades y, en muchos casos, nos lleva a posponer nuestros proyectos indefinidamente. Como te explicaba antes, a mi me pasa muchas veces eso que en la jerga popular se traduce en “en mi cabeza sonaba espectacular”. Pero cuando me dispongo a plantearlo en un escrito me doy cuenta, o me autosugestiono, pensando que no tiene nada de interés y que mejor seguir pensando en otras ideas.
Pero no tiene por qué ser así. Lo cierto es que es un factor que se puede trabajar y que he conseguido trazar un plan de acción que me hace combatir y superar este temor. Y lo quiero compartir contigo.
Los pasos definitivos para evitar el miedo a la página en blanco
Perdón por la insistencia (bueno, perdón si me llevas leyendo un tiempo, si no, esto es nuevo para ti, pero te invito a leer más) pero trabajar la creatividad es básico para evitar este miedo a la página en blanco y reducir la parálisis por análisis y la falsa idea de que no tenemos buenas ideas.
Desde que decidí convertirme oficialmente en escritora, sigo unos pasos que me ayudan a trabajar día a día mi creatividad y a evitar este miedo a la página en blanco.
Tener una rutina de escritura
Como cualquier otra actividad, la escritura mejora con la práctica. Recuerdo cuando empecé a hacer CrossFit. No hacía deporte antes, lo sé, un poco locura. El primer día no entendía lo que había que hacer, así que iba moviéndome ségun me explicaban. Llegué a mi casa y las agujetas fueron como el Gaviscón, de acción inmediata. Me dolían tanto los brazos que no podía ejecutar tareas tan cotidianas y sencillas como lavarme los dientes o peinarme. Me recomendaron que, a pesar de esto, no lo abandonara, no lo dejara estar. Así que al día siguiente allí estaba de nuevo, arrastré mi cuerpo por las aceras que separaban mi casa del box, hasta llegar y zambullirme una vez más en lo que empecé a considerar una tortura por la que pagaba cada mes. Suena duro. Lo fue. Pero tardé pocos meses en aficionarme a este deporte, en mejorar, en hacerlo cada vez mejor y en empezar a sentirme muy bien. Por dentro y por fuera.
Si quieres escribir pero te cuesta, no te lo tomas en serio o no sacas tiempo para hacerlo, te recomiendo que lo plantees, al menos al principio, como una actividad. Bloquea en tu agenda 15-30 minutos al día y dedícalos a escribir. Así te irás acostumbrando a hacerlo, irás cogiendo práctica y soltura y luego lo harás de manera automática, sin necesidad de obligarte a ello.
Con el tiempo, la página en blanco se convertirá en un desafío menos y en la oportunidad ideal para explorar nuevas ideas.
Permítete escribir mal
Una de las principales causas del miedo a la página en blanco es la parálisis que nos otorga la perfección. Como escritores estamos sometidos al juicio externo, eso es una realidad, pero no todo lo que escribas va a ser perfecto desde el principio. De hecho, estoy segura que hay gente que piensa que las historias de Poe son peores que las de Stephen King, que Paulo Coelho ha quedado relegado a las frases superficiales que se publican en Instagram, que Carmen Mola nunca estará(n) a la altura de Isabel Allende o Almudena Grandes, y aún así son y han sido escritores de renombre e ídolos para otros.
Volviendo de nuevo a la jerga popular, se dice que “no puedes gustar a todo el mundo, no eres una croqueta” Y qué decirte, a mi no me gustan las croquetas.
En definitiva, sobre todo al principio, permítete escribir mal, fluir, no pensar demasiado en la gramática o en la lógica, si no en practicar escribiendo. Esto es un ejercicio que propongo en los talleres de escritura creativa que imparto y que tiene mucha aceptación.
El proceso de escritura tiene varias fases y la primera ha de ser la más inconsciente. La más fluida. El borrador, el momento de plasmar las ideas que salen de la mente y que en fases posteriores se trabajarán a fondo, se pulirán y se analizará la gramática y la lógica. De momento, fluye con tus pensamientos, deja que salgan de tu mente a través de tu mano, ya sea tecleando o escribiendo y luego pondrás orden. Si de primeras te preocupas en pensar si esto está gramaticalmente correcto o si tiene sentido una frase con la anterior, irás parándote tanto que perderás el ritmo inicial que tanta creatividad aporta a tu escrito.
Realiza ejercicios de escritura
Para romper el hielo, para calentar motores, para estimular tu imaginación. Si ponerte delante de una hoja en blanco no te hace ponerte a escribir, usa los disparadores de escritura, déjate llevar por consignas, pon en práctica ejercicios de creatividad.
En mis talleres online de escritura creativa doy un montón de ejercicios que te servirán para trabajar esto y para usar como disparadores cuando tengas ganas de escribir pero no se te ocurra cómo o por dónde empezar.
Un ejercicio que te planteo por aquí es escribir una lista de palabras y luego usarlas en un relato. Palabras que surjan de tu mente sin sentido, que te den ideas para empezar una pequeña historia después.
Sal de tu zona de confort
Me ha costado ponerle título a este apartado, odio las frases de este estilo, no me escondo, pero en este punto describen a la perfección lo que te quiero transmitir y, al final, como ya he mencionado antes, yo me debo a la jerga popular.
A veces, un cambio de escenario puede hacer maravillas. Intenta escribir en un café, un parque o incluso en una habitación diferente de tu casa. Un nuevo entorno puede inspirarte y reducir la sensación de estancamiento. Observar a tu alrededor y escribir sobre lo que ves, sobre las personas que pasan, inventar sus vidas…todo esto ayuda cuando queremos adoptar nuevas ideas y ponernos a escribir.
Si bien es recomendable tener un lugar para escribir, también es acertado de vez en cuando salir de ese lugar, cambiar esa rutina, sobre todo cuando está asentada, y ponerte a escribir en otros lugares, a otras horas, para tener nuevas ideas.
Taller de escritura creativa: la solución al miedo a la página en blanco
Creo firmemente que participar en un taller de escritura creativa solo tiene ventajas. Principalmente para los escritores que se enfrentan al miedo a la página en blanco.
Durante los talleres de escritura creativa, ya sean online o presenciales, formas parte de una estructura en la que puedes practicar y recibir imputs constructivos. La interacción con otros escritores te permite compartir tus experiencias, obtener nuevas perspectivas y descubrir técnicas que quizás no habías considerado.
Si el taller es bueno, y este lo es, te llevarás en la mano una lista de ejercicios y consignas para desbloquear tu escritura que habrás puesto en práctica en directo, de las que habrás obtenido feedback y que te servirán para seguir trabajando de manera individual una vez terminado el taller.
Además, los talleres de más de una sesión de duración, fomentan la disciplina y el compromiso con la escritura. Al tener fechas límite y ejercicios específicos, te ves impulsado a escribir con regularidad, lo que disminuye el temor a enfrentarte a una página en blanco. La comunidad que se forma en estos talleres también puede ser una fuente de apoyo invaluable, ayudándote a mantener la motivación y la confianza en tus escritos.
Para concluir, el miedo a la página en blanco es una experiencia común entre los escritores, noveles o experimentados, pero no tiene por qué ser un obstáculo insuperable. Establecer una rutina de escritura diaria, permitirte escribir mal, utilizar ejercicios de escritura, establecer metas pequeñas y cambiar de entorno son estrategias efectivas para superar este miedo.
No te olvides de lo importante de participar en talleres de escritura creativa, una actividad que puede ofrecer el apoyo y la estructura necesarios para enfrentar y vencer este desafío. Empieza a escribir hoy mismo y descubre el poder de tu creatividad.
Luli Borroni