Estoy segura de que si te pregunto cuántas veces has querido escribir algo pero no encontrabas las palabras te faltan dedos para contarlas. Te sentaste frente a la página en blanco esperando esa chispa de inspiración… y nada. El problema es que nos han vendido la idea de que la creatividad es un regalo divino, una fuerza mágica que aparece cuando le da la gana. Pero la realidad es muy distinta: la creatividad no es un don, es un músculo. Y como cualquier otro músculo, se puede entrenar. Quiero que me acompañes en esta lectura hasta el final porque te voy a contar cómo ejercitar tu creatividad para escribir todos los días, sin esperar a que la inspiración te visite (porque siendo honesta, es un espíritu libre…), haciéndolo con disparadores creativos.

La creatividad no es un don, es un músculo

Muchos escritores creen que la creatividad es algo con lo que se nace. Pero la ciencia y la experiencia de los grandes creadores demuestran que no es así. Stephen King, por ejemplo, dice que la inspiración es un lujo que no puede permitirse: él escribe cada día, llueva, truene o haya un eclipse. Haruki Murakami sigue una rutina casi monástica para escribir sus novelas, confiando más en la disciplina que en las musas.

La creatividad no es un momento de iluminación divina, es más bien el resultado de la práctica constante. Cuanto más escribes, más fácil se vuelve. Cuanto más entrenas tu mente para generar ideas, más ideas te dará.

Cómo empezar a ejercitar la creatividad sin esperar la inspiración

  • Escribe 5 ideas rápidas cada mañana. No importa si te parecen absurdas, si no son gramaticalmente correctas o si no te atreverías a compartirlas. Solo escríbelas y luego te contaré que haremos con ellas.
  • Cambia tu perspectiva. Escribe sobre algo cotidiano desde el punto de vista de un objeto. ¿Qué te contaría la cafetera? Esa a la que cada mañana acudes en primer lugar para afrontar el día. Si fuera una persona, ¿qué haría para animarte?
  • Juega con asociaciones aleatorias. Une dos conceptos sin relación y trata de crear algo con ellos. ¿Conoces el concepto binomio fantástico?

¿Qué es el binomio fantástico?

Es una técnica de escritura creativa desarrollada por el pedagogo y escritor italiano Gianni Rodari, autor de Gramática de la fantasía (1973). Se basa en la unión de dos palabras que, en apariencia, no tienen ninguna relación entre sí, con el objetivo de generar nuevas ideas y estimular la creatividad. Es una técnica usada en talleres de escritura creativa para superar bloqueos creativos, ya que obliga a la mente a establecer conexiones inesperadas, rompiendo patrones de pensamiento habituales.

Supongamos que elegimos las palabras “zapato” y “volcán”.

❌ Relación obvia: Un zapato dentro de un volcán.
✅ Relación creativa: Un volcán que escupe zapatos en lugar de lava.

Esta técnica es muy buena para entrenar la asociación libre de ideas, una habilidad clave en la escritura creativa.

El poder de las rutinas creativas

La inspiración es volátil, pero la rutina es predecible. Y eso es bueno. Tener una rutina creativa elimina la incertidumbre de “¿hoy estaré inspirado?” y la reemplaza con un hábito en el que puedes confiar. Los escritores que escriben (valga la redundancia) con regularidad no dependen de la motivación, sino de un sistema.

¿Cómo puedes diseñar tu propia rutina creativa?

Te recomiendo empezar de a poco. No hace falta escribir dos horas al día. Con 15 minutos es suficiente. Un día una página, otro día dos, otro día de nuevo una…me parece más importante la constancia que la cantidad.

A mucha gente le ayuda preparar un ritual previo que su cerebro relacione con “empezar a escribir”. Puede ser preparar café, escuchar una canción, encender una vela. Estas acciones, si siempre las repites antes de ponerte a la tarea, son las que te activan para hacerlo, te meten en el mood.

¿Qué son los disparadores creativos?

Uno de los mayores enemigos del hábito de escritura es el bloqueo. ¿Cómo evitarlo? Con disparadores creativos. Estos son estímulos que despiertan nuevas ideas, te ayudan a superar con estilo el miedo a la página en blanco y facilita la generación de ideas nuevas cuando te pones a escribir. Puede ser una imagen, una palabra, una pregunta, una frase de inicio o incluso un sonido o un aroma.

Su función es desbloquear la mente cuando se enfrenta a la página en blanco y ofrece un punto de partida que inspire la escritura. Los disparadores funcionan porque sacan al cerebro de su rutina habitual, forzándolo a hacer conexiones inesperadas y a explorar territorios narrativos que quizá no surgirían de manera espontánea. En definitiva, son pequeñas chispas que encienden el fuego de la creatividad. Aquí puedes encontrar 10 disparadores creativos que te sacarán de tu zona de bloqueo.

Ejercicios diarios para entrenar la creatividad

Si quieres escribir con constancia, necesitas entrenar tu mente. Así es que he pensado que sería buena idea dejarte tres ejercicios que puedes hacer cada día en menos de 10 minutos y te van a servir para entrenar la escritura:

1️⃣ Escribir sin levantar la mano durante 5 minutos. No te detengas ni para corregir errores, deja que la escritura fluya y luego ya veremos qué ha salido.
2️⃣ Describir un objeto cotidiano como si fuera un descubrimiento alienígena. ¿Qué pensaría un marciano si viera tu neceser?
3️⃣ Reescribir un cuento clásico con un giro inesperado. ¿Y si Caperucita Roja fuera la villana? ¿Y si la Cenicienta no volviera a las doce?

Estas premisas también te sirven como disparadores creativos. Como ves, los puedes encontrar en cualquier momento, es una cuestión de salir de la zona de confort, o como dicen los marketinianos, pensar fuera de la caja, y dejar volar la imaginación. En otras palabras, volver a ser esa niña de cinco años a la que todo le sorprendía y en cada objeto veía una historia que contar.

¡OJO! que no quiero que pienses que todo esto es milagroso. Incluso con una rutina establecida, es normal sentirse bloqueado a veces. La clave no es esperar a que pase, sino saber cómo lidiar con ello. Así que te comparto mis truquitos cuando me siento bloqueada o un poco desmotivada pero no quiero perder la costumbre de escribir.

Descansar sin sentirse culpable. A veces, un día de desconexión es lo mejor que puedes hacer. Repite conmigo: NO- PA-SA-NA-DA
Cambiar de entorno. Escribir en una cafetería, en un parque o cambiar la música de fondo.
Escribir sobre el bloqueo. Describe cómo te sientes y verás cómo las palabras empiezan a fluir. No pienses en ficción, describe lo que ves, describe cómo te sientes y rápidamente empezarás a hilar pensamientos. Probado.

Si algo quiero que recuerdes de este artículo es que la creatividad no es un don exclusivo de unos pocos. Es un músculo que todos tenemos y que podemos fortalecer con práctica. ¡Vamos a escribir!

Luli Borroni

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