Cómo empezar con la escritura creativa

La versión moderna y digital del miedo al folio en blanco.

El primer encuentro con el teclado puede ser tan emocionante como intimidante.

Tienes ganas de empezar tu viaje en la escritura, pero no sabes por dónde, por eso un taller de escritura creativa es el lugar perfecto para ti.

En los talleres de escritura creativa se aprenden técnicas que te ayudan a poner en marcha tu imaginación, a crear personajes basados en lo cotidiano, y al compartir lo aprendido en pequeños grupos, pasas directamente a la acción. Superas rápidamente el miedo a la hoja en blanco.

La práctica de la escritura es lo que lleva al hábito y cuando ves que lo que has escrito impacta en otras personas y las lleva a reaccionar de alguna manera, tu motivación aumenta y quieres seguir escribiendo.

Otra ventaja de este tipo de cursos o talleres es el acompañamiento de una experta que te guíe en el proceso, así según vas practicando, vas resolviendo dudas que te puedan surgir sobre cómo empezar a escribir.

Todos hemos estado allí: mirando la pantalla en blanco, posponiendo el momento de escribir. Acumulando ideas en la cabeza pero siendo incapaz de plasmarlas en el papel. La procrastinación es una batalla común para muchos escritores, pero no tiene por qué ser un obstáculo insuperable.

La escritura creativa muchas veces va acompañado de este mal endémico del escritor: no perder o recuperar la motivación. Sin embargo, esta procrastinación o esta ausencia de las musas se puede entrenar. Y se consigue escribiendo. Crear el hábito pasando a la acción es mucho más fácil de lo que parece con una buena guía.

Fijarte un objetivo concreto y alcanzable según tu estilo de vida te ayudará a sentirte mejor siendo dueña de tu tiempo, logrando conseguir un hábito regular del que sentirte super orgullosa.

El pequeño gesto de dedicarle un rato al día a escribir algo que te motive impactará directamente en cómo te sientes contigo misma después de haber logrado conseguir algo que llevabas tanto tiempo aplazando. 

La escritura es un arte que todo el mundo puede aprender y disfrutar, sin importar su nivel de experiencia.

Saber escribir no va de escribir novelas. No hace falta ser un experto en ciencia ficción, ni pretender escribir el Don Quijote del siglo XXI. Hay varios estilos de escritura que, si estás empezando, sobre todo, puedes ajustar a tu propio estilo.

Potenciar la escritura creativa te ayuda en tu día a día en tareas tan cotidianas como elaborar un informe, ayudar en la redacción de algún peque, y así instalar en ellos el hábito desde sus inicios, o incluso, dejar una nota en el frigo para ver si esta noche cae un sushi. Llevar a cabo esta práctica con diferentes trucos, entrena tu imaginación y tu soltura con la escritura. Estos son los estilos más conocidos:

La escritura narrativa es un estilo creativo que se caracteriza por contar historias de forma fluida, con el objetivo de atrapar al lector. Sus características principales son los personajes con algún punto de complejidad, tramas diferentes que se van entrelanzando y mucha descripción del entorno y las situaciones para fomentar la imaginación del lector. Algunos ejemplos de escritura narrativa pueden ser cuentos cortos, novelas o relatos autobiográficos.

La escritura descriptiva se enfoca en el detalle. En este estilo cada mínima descripción es importante porque el objetivo es dibujar las imágenes a través de las palabras en la imaginación del lector. Para alcanzar este objetivo se usan recursos estilísticos como metáforas, adjetivos y, sobre todo, se da mucha importancia a los cinco sentidos. Algunos ejemplos de escritura descriptiva pueden ser descripciones de paisajes, retratos o escenas detalladas.

La escritura persuasiva busca convencer al lector de una idea, opinión o punto de vista. Es el estilo más usado en el ámbito del marketing y la publicidad, porque es el medio que usan las marcas para captar la atención de los clientes y conseguir que conviertan en ventas. Una de las maneras de lograr esto de manera efectiva es a través del uso de argumentos sólidos, emociones apelativas y,  por supuesto, una estructura clara.

La escritura expositiva se centra en la presentación clara y objetiva de información, hechos o conceptos. Para utilizar este tipo de escritura tenemos que tener algunas ideas claras: organización lógica de las ideas, el uso de ejemplos que ilustren aquellos conceptos que sean abstractos o confusos y una claridad en la exposición de lo que se está contando. Algunos ejemplos de escritura expositiva pueden ser ensayos informativos, informes técnicos o artículos de divulgación científica.

¿Qué pasa con los personajes? Porque está muy bien definir el estilo de escritura y el tipo de texto en el que vas a trabajar, pero la historia sin personajes carece de interés.

La creación de los personajes en la narrativa es una tarea complicada. Que tengan carisma, que consigan el objetivo planteado, que no aburran…

Teniendo claras estas 3 claves para crear personajes memorables, surgirán como protagonistas de tus relatos con mucha más facilidad.

¡A problemas, soluciones! aquí te planteo las 3 razones principales por las que tienes que adentrarte en el mundo de la escritura creativa. Y porque no me quiero poner demasiado intensa con el tema, pero te aseguro que es una práctica con múltiples beneficios desde diferentes ángulos de la vida.

Empezando por una mejoría inmediata en tu capacidad de expresión, siguiendo por convertirse en una herramienta muy poderosa para la reflexión personal y terminando en ser una guía para aprender y mejorar tus habilidades en la escritura, haciendo que el proceso sea accesible y gratificante.

La escritura creativa es para todos: para los que escriben, para los que todavía no, para los que han publicado un libro, para los que todavía no se atreven, para los que recitan poesías, para los que las guardan en sus cuadernos, para los que inventan historias de cuento, para los que no saben por dónde empezar…¡Para ti!

Estas son algunas de las preguntas, o de las objeciones más comunes que nos planteamos a la hora de dar rienda suelta a nuestra creatividad y ponernos a escribir. Me he encontrado con muchos casos, con personas que incluso dicen no estar preparadas para la escritura, o personas que aman la poesía pero no sienten estar preparadas para escribirla. Yo a esto siempre respondo: “Quééééééééééééééé”

No existe un tipo de escritura mejor para empezar ya que cada persona tiene sus propias preferencias y habilidades. Puedes comenzar con cuentos cortos, poemas, ensayos o incluso diarios personales. Lo importante es encontrar el género que te resulte más atractivo y cómodo. ¿Conoces el género epistolar? 

La inspiración puede surgir de diversas fuentes, como experiencias personales, observaciones cotidianas, lecturas, películas, música o incluso sueños. Para mi, la clave está en observar. Explora diferentes entornos, mantén una mente abierta y dedica tiempo a la observación para descubrir historias únicas que puedan inspirarte a escribir de manera creativa.

Para mejorar tus textos y contenidos la clave está en el hábito. Me parece fundamental practicar de forma constante y compartirlo, para así recibir críticas constructivas que te ayuden a mejorar tus escritos. Revisa y edita tus escritos con atención, busca la opinión de otras personas, lee obras de autores destacados para aprender nuevas técnicas y busca oportunidades para seguir desarrollando tus habilidades creativas.

Estoy segura que si has llegado hasta aquí es porque esta afición por escribir te viene de lejos y empezó por la lectura.

Uno de los caminos más comunes y a la vez evidentes de alcanzar el interés por la escritura, es a través de la lectura.

Leer es soñar con los ojos abiertos

La lectura nos lleva a mundos que sólo existen en nuestra imaginación. Sitios únicos como nosotros mismos, cómo nos imaginamos a los personajes, su voz, su forma de caminar, sus caras mientras hablan. El autor puede describir su físico, incluso sus características más básicas, pero todo lo demás está en nuestra imaginación. Gracias a esos detalles tenemos imágenes, lugares, momentos vividos en nuestro interior como si realmente hubiéramos estado allí.

Esto es uno de los principales motivos por los que muchísimas veces las personas que amamos leer, nos llevamos un chasco cuando de un libro que nos ha encantado, sacan la película. El director pone en imágenes lo que él ha visualizado, ¿pero qué pasa con lo que estaba en nuestra mente? Seguro que no te convence ni el reparto, aunque se encuentren en cartelera tus actores favoritos.

¡Ahí está la magia de la lectura!

Así que lee mucho, fíjate en cómo se detallan los personajes, en todo lo que sabes de ellos y cómo te adentras en sus vidas y luego escribe. Inspírate en cualquier persona que haya sido amable (o todo lo contrario) contigo o alguna escena que hayas visto por la calle. Y déjate llevar por tu imaginación.

Y si quieres empezar pero no sabes cómo, yo te puedo echar una mano: