¿Alguna vez te has preguntado de dónde viene todo en la escritura?
Yo me pregunto muchas veces el origen de las palabras, ya no tanto a su etimología o evolución, si no quién y cómo en un primer momento decidió que un árbol se llamaría árbol. Una curiosidad que me intriga mucho es el tema de los colores. ¿Quién decidió y por qué, que el rojo es rojo y que el amarillo es el amarillo? Piénsalo, esa persona podría haberle puesto al color que hoy vemos y conocemos como rojo azul y toda nuestra vida sería diferente.
En fin, que me estoy liando, pero así funciona mi cabeza.
Hoy vengo a contarte cinco curiosidades sobre la escritura creativa, muy concretas sobre las que he investigado y hasta he leído algún que otro estudio para entender. Me han parecido interesantes y, como su propio nombre indica, sobre todo, curiosas, así que me ha parecido propio venir a compartirlas. Además, estas curiosidades pueden serte de utilidad para entender el proceso creativo.
Curiosidad 1: el fenómeno de la página en blanco, una combinación de miedo y ciencia
La página en blanco no es solo un tema de inspiración; mejor dicho, no es un simple tema de inspiración. Detrás de este fenómeno se encuentra nada más y nada menos que la neurociencia. Cuando estamos frente a un espacio vacío, en este caso, ante un objeto vacío, nuestro cerebro activa las mismas áreas responsables de gestionar el miedo. El cerebro considera la ausencia de referencias como un desafío peligroso. Por eso, tener unas palabras para arrancar un escrito, aunque luego prescindamos de ellas, es algo bastante efectivo. Los famosos disparadores creativos son más que una premisa de escritura; son aliados contra nuestra propia amígdala.
Curiosidad 2: escritura automática como eje del surrealismo
¿Sabías que la técnica que hoy conocemos como escritura automática y tanto nos ayuda a sacar la creatividad interna la inventaron los surrealistas? Tal y como ocurre ahora, este tipo de escritura se concebía como una forma de explorar el subconsciente. ¿Lo curioso? Investigaciones recientes demuestran que esta técnica reduce la actividad cerebral relacionada con la autocensura. Es decir, escribir “sin filtro” no solo desbloquea ideas, también puede ayudarnos a entendernos mejor. Si alguna vez has probado escribir sin pensar, ahora sabes que estabas activando áreas creativas profundas.
Curiosidad 3: el “efecto Hemingway” y la magia nocturna
¿Sabías que las mejores ideas pueden llegar cuando estás agotado? Se atribuye a Hemingway la frase “escribir ebrio, editar sobrio” y aquello técnica de dejarse una frase abierta para el día siguiente. Pues esto, por raro que parezca, y no vengo a promover el consumo de alcohol para escribir, está relacionado con unos resultados mucho más creativos. Según estudios de Harvard, entre las 10 PM y las 2 AM, período de tiempo conocido como “hora mágica”, nuestro cerebro alcanza un estado único de creatividad. Aunque, como decía Hemingway, hay que editar con sobriedad ya que esas horas doradas vienen con un 35% más de errores. Eso sí, si las noches son lo tuyo, no te sientas culpable; estás siguiendo el ritmo natural de tu cerebro.
Curiosidad 4: a cada época, un olor característico
Hay conservadores de bibliotecas que son capaces de datar un libro según el olor que emana de sus páginas. Y esto no son rumores, hay estudios que lo demuestran y se debe a la composición de los papeles y las tintas. Pura cuestión de química. El papel viejo huele de una forma única, y no es solo nostalgia. Cada época tiene su “huella olfativa” debido a los materiales y métodos usados. Manuscritos del siglo XVI, por ejemplo, contienen más vainillina, mientras que los textos del siglo XIX presentan trazas distintivas de ácido acético debido a los procesos industriales de fabricación del papel. Es un viaje en el tiempo para nuestros sentidos.
Curiosidad 5: el síndrome del personaje rebelde
Todos hemos oído a escritores decir que sus personajes “cobran vida”. ¿Sabías que esto tiene una base psicológica? Se llama pensamiento narrativo avanzado, y ocurre cuando los personajes toman decisiones basadas en la coherencia emocional y narrativa. Lejos de ser un problema, es señal de que tu historia está evolucionando de forma orgánica. ¿La lección? Deja que hablen. Esta es una recomendación que también descubrí en el libro “Por qué llora la maestra” de Gonzalo Moure (Abro inciso para recomendar enormemente este libro a todos los que estén empezando a escribir) y en él, Gonzalo habla de la importancia de que el autor no se crea dueño indiscutible del personaje y le deje actuar, con el fin de conseguir mejores historias.
Este fenómeno es tan común que ha captado la atención de los psicólogos, quienes lo asocian con una forma avanzada de pensamiento creativo. Según sus estudios, el cerebro analiza varias posibilidades narrativas a la vez, lo que explica esta dinámica. Es interesante notar que esto sucede con mayor frecuencia en escritores que han trabajado intensamente en la construcción de sus personajes y poseen una comprensión sólida de la psicología humana. La llamada “rebelión” de los personajes parece ser, en realidad, una expresión subconsciente de un entendimiento más profundo sobre la coherencia narrativa y emocional.
Lo que desde luego no es curioso, si no una realidad es que la escritura creativa es un arte lleno de misterios y conexiones inesperadas. Desde lo más científico hasta lo puramente emocional, cada palabra que escribes tiene un trasfondo que quizás nunca habías considerado. Yo voy a seguir investigando porque estoy segura de que hay muchas más curiosidades que nos dejarán con la boca abierta. Y es que muchas veces, las personas que escribimos, decimos que somos “muy de letras” y que nada tenemos que ver con la ciencia, pero nada más lejos de la realidad. Ciencia y escritura se unen para dar lugar a que la creatividad fluya de manera libre.
Luli Borroni